Batea Mahuida por Icalma

El Batea Mahuida es un volcán, ya extinto, compartido por Chile y Argentina en su cumbre, y está ubicado aproximadamente a 7 kilómetros de Icalma, en el poblado andino de Cruzaco. Al acercarse al volcán por la ruta principal son varios los carteles que indican que allí hay un camino para llegar al Batea Mahuida, y para ser sinceros, nos confundió un poco, sin embargo, bifurcamos por el camino que se desprende de la ruta principal una vez pasada la escuela básica de Cruzaco y que está debidamente señalizado.

Una vez que el camino se aleja algunos metros de la ruta principal, comienza a tomar altura lentamente y llegamos al sector donde la comunidad local cobra una tarifa por el ingreso al volcán. En Noviembre de 2022 esta era de $5000 por auto, y por el estado de mantención del camino interior del volcán es un cobro más que justificado.

Antes que cualquier otra cosa… a no esperar frondosos bosques lluviosos ni grandes y caudalosos ríos. Lo de Batea Mahuida es distinto: bosques en altura de grandes Araucarias, vistas panorámicas increíbles y la posibilidad de disfrutar de una zona a la que -para bien y para mal- la modernidad se ha demorado un poco más en llegar que a otras localidades del sur.

De forma continua, y por lo general poco pronunciada, el camino va ganando altura, y la panorámica que se comienza a tener se vuelve interesante, mezclando claros de envidiable vista y pasadas por bosques de altura. Además, se puede ver el desagüe de la laguna de Icalma serpenteando por la vasta pampa (que guarda grandes similitudes con las estepas secas de Magallanes y Aysén), y que además, se le considera uno de los dos cauces que dan origen al gran río Bio Bio, que 380 kilómetros más adelante desemboca en el pacífico.

Río Rucanuco, para algunos el nacimiento del Bío Bío

En la subida, que puede demorar en auto alrededor de 15 a 20 minutos desde donde se cobra la entrada, cruzamos algunos cauces de agua, y bosques donde es posible detenerse para contemplar la magia, fuerza y resiliencia de los bosques de araucaria, en los que, si se tiene suerte, como en nuestro caso, se puede avistar bandadas de loros Choroy entrevolar esquivando las araucarias, y, como siempre, sin el menor ánimo de pasar desapercibidos.

Cauces de agua en medio del bosque

En teoría, el ascenso a la cima del batea mahuida se puede hacer de inicio a fin en un auto común y corriente. En los tramos más complejos existe una variante larga para autos 4x2 y una corta para 4x4. Los últimos 1,2 kilómetros, y dejando atrás el último bosque de araucarias el camino toma gran pendiente, y de cualquier manera requiere algo de experticia del conductor para llegar a la cima en vehículo. Mi recomendación personal es dejar el auto estacionado en el último grupo de araucarias y hacer el ascenso restante caminando, el que a nosotros nos tomó 40 minutos (cualquier persona con algo de entrenamiento y costumbre de caminar demoraría menos). El tramo es corto, pero la pendiente no es despreciable.

Bosque de araucarias desde el aire

Una vez que llegamos a la cima nos encontramos con una extensa meseta, compartida por Chile y Argentina como cumbre del peculiar volcán. Vimos tantas cosas desde la cima, que puede que no las recuerde todas. Icalma, Galletué, el nacimiento del Bío Bío y los volcanes de la Araucanía Andina por el lado Chileno. La laguna del cráter semicongelada, el lago Aluminé y el lago Moquehue por el lado Argentino. Muy probablemente, y sin miedo a equivocarme, el Batea Mahuida tiene una de las mejores vistas de la Araucanía.

Lago Aluminé (Argentina) y cráter del volcán desde la cima

El camino de regreso es el mismo que el de ida, con la ventaja de que la pendiente está ahora a nuestro favor. Aprovechamos en la bajada de parar a sacar fotos, a descansar un rato, caminar un rato por el bosque y para simplemente estar ahí, en un bosque puro de araucarias, cada vez más escasos pero siempre igual de bellos.

El paseo completo, saliendo y volviendo a Icalma, parando a tomar fotografías, caminando a la cima, y tomando las pausas necesarias para disfrutarlo al máximo, nos tomó poco más de 4 horas. Pocos lugares de nuestra cordillera ofrecen tanto, a cambio de tan poco.

Antes de dar cierre, no quisiera obviar el hecho de que al internarse en la zona de Icalma y sus alrededores, en sus lagunas, ríos, bosques de araucarias y volcanes, se está en una zona ancestralmente relevante para las comunidades Mapuches y Pehuenches que a día de hoy la siguen habitando, lo que no significa otra cosa que el deber ser respetuoso con quienes aún la habitan, con su fauna, sus bosques y sus montañas. No dejar basura, no perturbar la tranquilidad del lugar y no circular en vehículo donde no está habilitado, por ejemplo. La Araucanía andina posee aún algunas zonas prístinas y auténticas donde el desarrollo y la modernidad, con sus pro y sus contra, se resiste a llegar completamente. Esta es una de esas zonas, y es deber de todos quienes la visitamos mantenerla tal cual como la encontramos al llegar.