Lago Azul
Lago Azul por Campo Hunter
Fecha de publicación: 07-Dic-2023
Fecha del viaje: 23-Mar-2023
Región de los Lagos
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El Lago Azul es, quizás, el más conocido de los lagos del Puelo después del Tagua Tagua, por lo transparente de sus aguas, lo fotogénico del escenario que lo rodea y por lo accesible y sencillo que resulta llegar a él. Lo visitamos y tenemos veredicto: Es parada obligada para quien esté de viaje por Llanada Grande.
¿Dónde queda el lago Azul?
El lago Azul está ubicado en las cercanías de Llanada Grande, a 5 kilómetros al sureste del pueblo. Para llegar se debe tomar la ruta principal en dirección hacia la cordillera, y si bien existen distintas formas de acceder, nosotros nos internamos a través de campo Hunter, justo antes del puente que cruza uno de los afluentes del lago Tototal.
- Inicio del relato -
Alojando en el hostal Puelo Libre de Puerto Urrutia y buscando panoramas para aprovechar los pocos días que disponíamos en el lugar antes de volver a Santiago, llegamos a la conclusión de que ir a conocer el famoso Lago Azul sería una muy buena idea. Y no fallamos, por lo bello y por lo fácil de llegar.
Si bien existen distintas formas de llegar al Lago Azul, por sus distintas riveras y playas, pareciera ser que llegar a la orilla a través del Campo Hunter es la más sencilla. Desde Puerto Urrutia hay que devolverse casi 6 kms en dirección a Llanada Grande, y desde Llanada grande se debe avanzar unos 5 kms en dirección al interior del valle. Cualquiera sea el caso, se debe llegar hasta un llamativo cartel con un Jabalí que reza algo así como “Campo Hunter”. Desde Llanada grande el cartel está antes de un puente, desde Puerto Urrutia está después del puente.
Andando hacia el interior del Campo Hunter, se cruza un portón, donde aparece el que, suponemos, debe ser el famoso Hunter, a cobrarnos el derecho de admisión a su campo. Fueron $5.000 por auto, lo que en realidad nos parece un precio razonable. En auto sólo se puede llegar algunos cientos de metros más allá, pasando una pista de carreras a la chilena, puesto que el camino vehícular se vuelve algo complejo más adelante, tal como nos indica el dueño del lugar. Dejando estacionado el auto, nos ponemos los zapatos, y partimos caminando por la continuación de la huella vehicular, devenida ahora en peatonal.
Campo Hunter - Fin del camino vehicular
El camino transcurre por un bello y oscuro bosque la mayoría del tiempo, con algunos claros entremedio. Cuando nosotros pasamos, vimos varias retroexcavadoras despejando el lugar, y algunos rollos de alambre, llegando a la conclusión de que, al parecer, y lamentablemente, el sector se está parcelando, en un claro ejemplo de cómo funciona el mercado de las parcelas de agrado y la poca regulación que existe para intervenir bosques vírgenes más allá de los planes de manejo de Conaf.
Al cabo de unos 45 minutos llegamos a una de las playas del Lago, y tal cual como se ve en las cientos de fotos que aparecen en Instagram durante los meses de verano, el lago es tan azul como las fotos sugieren. Llegamos a eso de las 4 de la tarde, y con el sol aún encima del lago el agua se ve tan azul como transparente, ambas cosas al mismo tiempo, por contradictorio que parezca.
El lago es grande, amplio, y largo, y al fondo, bien al fondo, se ven las cumbres recién nevadas producto del frente de mal tiempo que nos tocó hace algunos días. El lugar es de una belleza escénica impactante, y el clima nos acompaña para que así sea.
Lago Azul desde la playa
Durante los veranos, probablemente la playa estaría llena de personas, sin embargo, un mes después, a fines de marzo, en plena tarde, sólo éramos 4 en toda la playa, más una visitante ocasional que se dirigía a tomar su bote para llegar a su casa en la rivera del frente. Si el lugar ya es un encanto, la suerte de que el silencio no se vea interrumpido por más actividad humana lo hace mejor aún.
A medida que va pasando la tarde, el sol se va acostando poco a poco en el horizonte, escondiéndose detrás del espeso bosque, y al mismo tiempo el lago va perdiendo su coloración azul tan característica, lo que nos indica que, para poder verlo en todo su esplendor, es el sol de mediodía y media tarde, durante un día despejado el que le da la saturada coloración que a todos tanto gusta. Por tanto, a pesar de lo hermosos que deben ser los amaneceres y atardeceres en el lago, el color azul pareciera ser patrimonio de la luz directa de la mitad del día, más que de las luces extremas del alba y el ocaso.
Lago Azul desde el Dron
Cuando el sol terminó de esconderse entre los árboles y las montañas del valle, también el frío quiso hacerse presente, a través del viento que rápidamente comenzó a soplar. Esto nos indicó que, quizás, era el momento de volver, por el mismo camino que nos trajo. Fue exactamente lo que hicimos, y 45 minutos más tarde estábamos de vuelta en el auto para regresar al hostal, y mientras salíamos del campo, flashback mediante, me di cuenta que fue en ese lugar donde 10 años atrás habíamos acampado en una carpa al lado del estero con mi papá y mi hermano la vez que conocí el valle del Puelo, por allá en el ya lejano año 2011.
- Fin del relato -
Información útil
- Existen diversas formas de llegar al Lago Azul. Campo Hunter no es la única. Otra forma es por el camping reflejo azul.
- El azul del lago se debe, en gran medida, a un día despejado (o al menos medianamente), con el sol pegando de la forma más directa posible. Entre las 11:00 y las 17:00 debiese ser un buen horario.
- En general las entradas al Lago Azul son a través de predios privados, cobrar entrada por el derecho a pasar es una práctica habitual en el sector.
Cómo nos preparamos
- No mucho en realidad, es una caminata sencilla, ni siquiera los zapatos de trekking son imprescindibles.
- Alguna botella con agua.
- Cortaviento para volver en la tarde.
- Equipo fotográfico para aprovechar en el lugar.