Una sencilla vuelta al lago Maihue

Detrás del Ranco, tradicional y concurrido destino turístico del sur del país, y encajonado entre verdes cerros, se encuentra el bellísimo Lago Maihue, uno de los cuerpos de agua afluentes del Ranco, y aún un tesoro por descubrir para mucha gente. En una fría tarde de invierno nos subimos al auto y recorrimos toda su rivera norte hasta llegar a Hueinahue, extremo oriental del lago. Algunas fotos y descripciones del relato no son del mismo día, pero ayudan a mostrar el atractivo de la zona.

Estuvimos alojando algunos días en el hotel de la Caja los Andes en Futrono y por el cansancio de días anteriores caminando y levantándonos temprano, salimos, más tarde de lo habitual, rumbo al lago Maihue a recorrer con toda la tranquilidad y sin algún destino específico. Estuve años antes en el Maihue en otras épocas, y siempre tuve ganas de volver, con más calma para conocerlo, y sobre todo, disfrutarlo, sin prisas.

Llegar de Futrono al Maihue es muy sencillo: Se debe tomar la ruta T-551 rumbo a Llifén, y desde acá incursionar por la ruta T-559 en dirección a la cordillera. Al cabo de 35 a 45 minutos saliendo desde Futrono ya se llega a Puerto Maihue, pequeño caserío y principal localidad del lago. Desde acá se puede tomar el camino hacia las termas de Chihuio (camino muy bello, las termas no tanto) o bien continuar por la ruta T-559 que bordea el lago. Esto último fue lo que hicimos.

Camino entre Llifén y Maihue

El camino, la mayoría del tiempo, se va ajustando a la orilla del lago, gana altura unas cuantas veces para luego descender, desde donde se ven hermosas y tranquilas playas, como por ejemplo, la del camping Maqueo, tradicional lugar de la zona. Esto transcurre de la misma manera por alrededor de 20 minutos, hasta que se llega al límite pavimentado del camino y comienza el ripio.

El tramo de ripio es más corto que el pavimentado, pero al ser sinuoso, con pendientes fuertes y piedras sueltas en algunos sectores, toma algo más de tiempo, quizás una media hora desde el fin del pavimento, para llegar a Hueinahue. Pero si el camino no es tan bueno, la vista desde éste sí que lo es: Los acantilados que se bordean para llegar a destino, y la altura que se gana en algunos sectores hacen lucir al lago en todo su esplendor bajo un cielo nuboso que de cuando en cuando permite el paso de la luz extrema de las tardes de invierno.

Camino a Hueinahue, bordeando el Maihue

En la bifurcación al final del lago, tomamos el camino de la derecha, que baja directamente hacia la playa a través de una hermosa alameda. Y al final, luego de algún rato andando y disfrutando, llegamos a la playa de Hueinahue. El cielo lleno de nubes, el viento helado, el sonido de las olas cortas del lago y los árboles con algunas hojas amarillas configuran un escenario tan íntimo como hermoso, con el viento helado pegando directamente en nuestros rostros.

Rato más tarde, después de la debida contemplación, la luz del atardecer, colándose entre las nubes, nos regaló un imponente atardecer, la última sorpresa del día, con el sol poniéndose entre las montañas encajonadas al poniente del Maihue. Luego de esto, volvimos, por el mismo camino, contentos y con el corazón lleno, después de un día sencillo recorriendo el Maihue y sus valles.

Atardecer desde la playa de Hueinahue

Es cierto que el lago Maihue los días de verano ofrece aguas azules, hermosas playas para el baño y una transparencia envidiable, pero no es menos cierto que, aunque en invierno es distinto, las nubes, la luz extrema, la fuerza del viento y el olor a lluvia y humedad hacen que el Maihue se convierta en un pequeño tesoro para recorrer en los días invernales de cada temporada.

PD: Si quien lee este relato se anima a ir a conocer lo acá descrito, y antes o después del recorrido desea almorzar, hágase el favor de pasar por el Restaurant Küme Yeal de Llifén, especializado en sabores de la comida típica mapuche, y con ingredientes naturales y de primera calidad. Parada obligada para quien guste de la buena comida. No conozco tantos locales más en la zona, pero de seguro debe ser de los mejores.