Cascada la Flaca
3 días caminando en Tagua Tagua - Parte II
Fecha de publicación: 21-Nov-2023
Fecha del viaje: 29-Mar-2023
Región de los Lagos
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Continuamos con este relato, en donde nos adentramos en el parque Tagua Tagua. Acompañennos en nuestra experiencia en el parque luego de haber subido al refugio Alerces.
- Inicio del relato -
Esta es la parte II (y final) de este relato, si por algún motivo no has leido la parte I te invitamos a leerla.
Día 2: Rumbo a Quetrus
Más descansados luego del exigente día anterior despertamos a tomar desayuno, mientras todos intentamos prender la estufa con la leña húmeda, sin éxito, y a eso de las 10 AM salimos rumbo a la Laguna Quetrus en una jornada que se perfilaba bastante menos exigente, ya que iríamos y volveríamos desde el mismo lugar, así que las mochilas se quedaron en Alerces. La desventaja es que estaba lloviendo muy fuerte desde anoche, así que habría mucha agua en el camino, por lo que era el momento de usar las capas de agua (infaltable accesorio).
Son 3,5 km los que separan a Alerces de Quetrus, con poco menos de 200 metros de desnivel entre ambos. Sin embargo, no deja de tener sus complejidades, sobre todo en día lluvioso.
A los 40 minutos de andar tomamos un desvío bien señalizado de 10 minutos hacia la cascada La Flaca, muy bella y que por las lluvias traía mucha agua. El sendero no es difícil y posee cuerdas para afirmarse en los tramos más complejos. Al volver al sendero principal y luego de un breve rato uno se encuentra con un desvío para la cascada Grande que cruza el río. Lamentablemente no visitamos la cascada por la cantidad de lluvia, pero si tiene tiempo y ganas es altamente recomendable. Luego de caminar otro poco desde este desvío aparece un sendero para el mirador del Valle (nuevamente no visitamos por el clima), este sendero es en bajada principalmente y en algún moment se pasa por una pequeña cueva para luego llegar al mirador que se sitúa arriba de la cascada Grande y se ve todo el valle y un poco del refugio Alerces. Luego de otro rato caminando por el sendero principal empieza una zona de muchas escaleras, donde en poca distancia el sendero sube prácticamente todo el desnivel del trayecto completo. Mucho cuidado se debe tener en días de lluvia, porque los escalones y pasamanos se tornan sumamente resbalosos.
Cascada la flaca
Saliendo de la zona de las escaleras comienzan a abrirse algunos claros en el paisaje, apareciendo los mallines y las paredes de granito tan típicas del parque y de la zona. A estas alturas los pies ya estaban más que mojados, igual que la ropa. Si no es la lluvia, es la transpiración, nunca hubo chance de llegar seco. Pero no importa, llegamos a Quetrus, y a pesar de que la vista era reducida, producto de la lluvia y las nubes bajas, la zona donde está ubicada es preciosa, rodeada de montañas y bosques de alerces y cipreses de la cordillera. Lamentablemente el frío y la lluvia no nos dejaron quedarnos demasiado rato en Quetrus, decidiendo bajar, por el mismo camino por el que llegamos.
Volvimos al refugio Alerces, después de las 4 horas que nos tomó la ida y vuelta, mojados, con frío, con los pies llenos de agua y con mucha hambre. Nuevamente la ducha sería más que bien recibida, y esta vez nos tocaría comer fideos con salsa, cebolla y la otra mitad del chorizo ahumado. El resto del día compartimos con las otras 4 personas que había en el refugio, conversamos, comimos y jugamos carioca mientras afuera el cielo se caía y en las altas cumbres la poca luz que había dejaba ver que la nieve había empezado a caer.
Laguna Quetrus bajo la espesa lluvia
Día 3: Regreso
No comenzaba a amanecer aún, pero ya estábamos listos para salir, sin desayuno ni ducha, mientras la otra gente del refugio aún dormía. ¿Por qué tan temprano? Porque ese día la lancha haría el viaje hacia Puerto Maldonado a las 11 de la mañana, y el siguiente a las 5 de la tarde, horario que ya no nos servía. Considerando que la subida nos tomó más de 5 horas, entonces era prudente pensar que para estar a las 11:00 abajo, debíamos salir entre 7:00 y 7:30.
Laguna Alerces al amanecer
La primera hora de caminata fue sin luz, apoyados solo por las linternas, y con el suelo embarrado por la fuerte lluvia de la noche. Ya alrededor de las 8:30 la luz era suficiente y el trayecto se normalizaba. Apurados por la posibilidad de perder la lancha, nos lanzamos casi sin parar los 6,5 km que separan el refugio de la cabaña del guardaparques, y a pesar de que somos muy lentos para caminar, nos demoramos poco menos de dos horas y media, y a las 10:00 AM ya estábamos abajo, esperando la lancha que nos llevaría de vuelta. Es prudente considerar unas 3 horas o un poco más como tiempo para bajar para tener margen y no perder la lancha.
Lo restante no es novedad: Bajamos por los roqueríos, la lancha nos cruzó a Puerto Maldonado, tomamos la barcaza que volvía a Punta Canelo para ir a buscar el auto, y con un hambre pocas veces visto, le preguntamos a la dueña de las cabañas si tenía de las empanadas de queso que anunciaba con un cartel fuera de su local de abarrotes. Y no fallaron: No sé si fue culpa del hambre, o de verdad era así, pero son de las mejores empanadas de queso que hemos comido en mucho tiempo, con una bebida helada para acompañar; premio merecido para 3 días de caminata, frío y lluvia.
No vimos ni pumas ni pudús, pero sí muchos chucaos y variedades de hongos, algunos Martín Pescador y un hued hued. También vimos hermosos bosques de alerces y cipreses, cada vez más escasos y siempre impresionantes. Y al final de todo, a pesar de que cuando la exigencia física es más que la de costumbre uno se pregunta por qué está haciendo esto, una vez que volvimos, no había pasado ni una sola hora y ya sabíamos que era de las mejores cosas que habíamos hecho, salir al encuentro de naturaleza prístina y no quedarnos en una cabaña cómoda esperando que todo sucediera. Para eso también habrían días, pero no serían estos.
Así nos despidió el parque, con las cumbres nevadas de sus murallas de granito
- Fin del relato -
Información útil
- Se debe reservar para visitar el parque, todas las instrucciones a través de la página web.
- La logística no es sencilla, coordinar desde antes horarios de barcazas y lancha.
- Los baños no están dentro del refugio, tanto la ducha como el baño seco están fuera, al aire libre, y si bien se pueden encontrar cacas de ratón, es poco probable que estas sean un problema.
- No hay agua caliente, ni en los lavaplatos ni en la ducha.
- No se puede dejar basura en el refugio ni en ningún lugar del parque, todo lo que uno genere debe bajar de vuelta, por lo que hay que llevar bolsas para este propósito.
- El refugio Alerces tiene colchonetas disponibles, pero no son blandas, si hay espacio para llevar una peana o colchoneta personal, tanto mejor.
- En el parque NO se puede utilizar Drones.
- Las empanadas de queso del local de cabañas Tagua Tagua son excelentes.
Cómo nos preparamos
- Cada uno con una mochila para trekking, con saco de dormir, algunas mudas de ropa y colchoneta.
- Una cocinilla a gas, con una olla y una bombona de gas (en el refugio no hay gas).
- Para el desayuno, fajitas de tacos, palta y mermelada.
- Para las comidas, dos cajas de lentejas envasadas, una cebolla, un chorizo ahumado, un paquete de fideos y una salsa de tomate.
- Para la ración de marcha, jugos hidratantes en polvo, frutos secos y barritas de cereal.
- Idealmente los zapatos deben ser cómodos, al igual que la mochila. No es imprescindible que sean impermeables, pero sí ayuda mucho ya que suele llover y hay barro en el sendero.
- Las noches son heladas, así que los sacos que llevamos eran buenos (trestles 15, de Marmot, el caballito de batalla de la marca).